Hace unos días tuvimos un primer contacto con la berlina de Porsche, el Panamera. La unidad testada ha sido un Panamera 3.0 V6 con 250 CV de potencia y motor diésel, sí, han oído bien... ¡Diésel!
¿Por qué lo anterior? Pues porque Porsche era aquella marca que decía que nunca iba a sacar un motor diesel y, sin embargo, lo ha hecho. Pero no nos aventuremos a pensar mal de ello, sigue teniendo la deportividad y el carácter de un
auténtico Porsche. Lo más probable es que estemos ante una estrategia de la marca alemana, al igual que lo fue el
Cayenne en su momento. Aunque esta idea pueda resultar muy sorprendente, más nos sorprendemos al compararlo con otros vehículos de sus mismas características...
Cuando recogimos el coche ya empezamos a notar sus casi
5 metros, la salida del garaje del concesionario nos resultó hasta engorrosa. El ancho de esta "lancha" es de
1,93 metros. Esta berlina se presenta de manera imponente con 1,42 metros de alto, tiene un frontal grandioso que no pasa desapercibido y nos hace recordar al
911. En la parrilla se aprecian dos tiras de
LED y unas discretas entradas de aire que nos presentan el coche. En el perfil descubrimos una silueta que de nuevo nos recuerda a la de un deportivo y coupe. El techo cae a ambos lados de manera portentosa destacando esa característica silueta de la marca que hasta en el SUV podemos ver. Se puede apreciar fácilmente el diseño de los heredados retrovisores de sus hermanos pequeños y, por último, encontramos una branquia en el lateral que se acompaña por la bonita insignia cromada del modelo
diésel.
La parte trasera de este coche no deja de ser la de un coupe, pues vemos la típica caída del techo que se acompaña de un enorme portón trasero y unas preciosas ópticas traseras de LED que no dejan de sorprender. Tiene un
deportivo alerón que se descubre a partir de los
90 km/h, o bien accionando un botón que se encuentra en el cuadro. Esta vista acaba con unas enormes salidas de escape a ambos lados que comparte con el
Panamera 4.
El
Porsche Panamera es una berlina de 5 puertas en la que pueden viajar 4 pasajeros de la manera más cómoda y deportiva que puede haber en un coche de tal segmento. Siguiendo con el interior de esta
"nave", tenemos que destacar que la grandeza de este coche es incluso mayor por dentro que por fuera. Una vez nos subimos en él, disfrutamos de una completa y correcta accesibilidad al cuadro de instrumentos y un volante agradable pero del que tenemos que destacar que sufre algo de dureza en cuanto a la dirección. No olvidamos tampoco la dureza de algunos mandos como los de los intermitentes, los cuales nos resultaron algo incómodos. De manera contraria, la regulación eléctrica de asiento y volante es prácticamente
perfecta, ofreciendo una postura de conducción muy deportiva con un asiento mullido que acoge muy bien al piloto.
Con respecto a la visibilidad desde el asiento del piloto hay que advertir que la posición es bastante baja debido al carácter deportivo que ofrece y por tanto, no hay que olvidar que tenemos un coche de casi 5 metros, y apreciar las distancias no será tarea fácil desde un punto de conducción tan bajo.
Al echar la vista atrás, nos damos cuenta de que no disponemos de muy buena visibilidad, de hecho es prácticamente nula, y más reducida será si se eleva el alerón trasero.
A nuestro parecer, el cuadro de instrumentación de este Porsche nos acerca un poco más a la idea de que estamos en una
nave, una de las más completas que hemos podido ver. Quizás pueda parecer exagerada tanta cantidad de botones a la hora de configurar cualquier aspecto del vehículo, como por ejemplo ajustar la suspensión, calefacción y ventilación de los asientos, temperatura, modos de conducción..., pero no llega a serlo. El cuadro acoge una palanca de cambio automático de 8 velocidades hecha de una combinación de cuero y acero rodeada por el resto de mandos. Y una pantalla táctil preside el cuadro en la parte superior del mismo, con una calidad y nitidez muy buenas.
Tras el volante encontramos
5 relojes, donde el más importante corresponde al cuenta revoluciones en una esfera mayor central, acompañado de un velocímetro de menor tamaño y una pequeña pantalla multifunción configurable (GPS, nivel de las baterías, presión de neumáticos...) y meramente informativa del ordenador de a bordo. Y por último a los extremos y aún más pequeños, otros relojes de la temperatura del agua, aceite, nivel de combustible y presión de aceite.
La consola es amplia y grande, los 4 pasajeros pueden viajar perfectamente cómodos, sin el mínimo roce posible. La calidad de los materiales es altamente buena, como se podía esperar de cualquier Porsche. El tacto y cómo están pensados todos los detalles, hasta el más mínimo, sorprenden de la manera más grata.
El maletero de este Porsche nos obliga a entrar en una tesitura;
¿considerar este coche desde el punto de vista coupe o desde el de una berlina "o algo así"?. Si hablamos de su aspecto coupe, sus
445 litros se quedan cortos en comparación con algunos de sus posibles competidores, como el
Audi A7 (535 l) y el
Mercedes CLS (520 l), y sin embargo, el
BMW serie 6 Gran Coupe no esta tan lejos del Panamera con un volumen de maletero de 460 l.
La extensa gama de colores comprende
16 colores de exterior,
7 para el interior y
5 equipamientos bicolor, además de
8 paquetes de
configuración del interior. El Porsche Panamera Diésel tiene un precio inicial de
89.000 €, y la unidad que hemos probado tiene un precio aproximado de
105.000 € con un equipamiento más que completo.
¿Qué nos ofrece este buque en las carreteras?
En cuanto a su motor podemos decir que tiene una pisada bastante fuerte, característico de Porsche, pero nos decepciona un poco su aceleración de
0-100 km/h en
6,8 segundos. Para tantos caballos y tanto motor nos parece muy poco. Como ya dijimos al principio de este reportaje, el motor testado ha sido el
3.0 litros V6 con 250 CV y una
caja automática de 8 relaciones. No vamos a entrar en detalles técnicos pero sí les vamos a contar lo que nos ha parecido en la dinámica y las impresiones.
Las suspensiones de serie no nos parecieron de lo más cómodas, están más enfocadas a las de un deportivo que a la comodidad de una berlina de gama alta, aunque puede notarse el punto intermedio. No es el más cómodo filtrando baches e irregularidades ni mucho menos el peor, pero si notarás un pequeño vaivén. Juega en ventaja con un gran aislamiento de ruido en el interior. Por dentro es completamente silencioso, el motor no se nota dentro del habitáculo, y aun circulando a un régimen alto no se escucha apenas ruido alguno.
El punto más fuerte de nuestro Panamera es el consumo con tan solo
6,7 l/100 km ¿quién dijo que un diesel significa renunciar a la deportividad? Con el Panamera Diesel tienes deportividad, velocidad y bajo consumo, y lo más importante, sensaciones puras.
Porque un Porsche es un Porsche.
A pesar de no hacer una cifra muy buena en el 0-100 km, sorprende por su capacidad de respuesta frente a aceleraciones bruscas a cualquier régimen. Es perfecto para adelantamientos cortos. Su caja de cambios
ZF de
ocho velocidades es muy precisa, y los cambios entran con bastante suavidad y rapidez. Monta esta caja porque es una de las pocas que permite el sistema
Start&Stop.
Ahora bien, ¿qué hay de la dinámica?
En ciudad resulta muy aparatoso de conducir, sobre todo si hay que callejear. Siempre circulas con el miedo a poder rozarlo en algún lado o de que no gire en una calle estrecha, porque sus casi dos metros de ancho hace que giros en calles estrechas se conviertan en un problema.
Aparcarlo, como se pueden imaginar, tampoco es tarea fácil. Aunque tenga sensores de aparcamientos delante y detrás, buscar un sitio de más de 5 metros x 2 de ancho es algo complicado. Pero
¿qué pasa si conseguimos salir de la jungla urbana y nos metemos en carreteras de montaña? Sin duda alguna pasaremos un rato divertido y tendremos siempre un sonrisa en la cara. Tiene un
aplomo y una pisada muy buenas, con su tracción trasera puedes dibujar curvas una detrás de otra y nunca cansarte de hacerlo.
Pero definitivamente el
Panamera Diesel está creado para comerte
kilómetros y kilómetros de
autopistas y autovías, es ahí cuando te das cuenta de lo que realmente estas conduciendo. Hay que tener algo de cuidado porque a grandes velocidades parece que vamos a bastante menos, y la pisada del pie derecho en el pedal no cesa fácilmente. En autopista da unas sensaciones de seguridad que pocos coches nos han transmitido, puedes viajar miles de kilómetros sin cansarte, de manera muy cómoda, sin preocuparte del ruido exterior y llevando tres pasajeros contigo de igual manera.
Llegados a este punto descubriremos si se trata de un
911 de cinco puertas o un
Cayenne aplastado, es decir, si se comporta bien en tramos y tiene buena estabilidad, o se porta igual que un SUV ofreciendo las mismas comodidades.
Pues bien, bajo nuestro punto de vista es un
911 alargado, osea que responde bien al acelerador y se comporta bien en curvas, pero no deja de ser un
Cayenne en el corazón de la ciudad y batiendo largos trayectos.
Por último quisiéramos romper un mito.
A muy pocos les gusta la idea de un Porsche de 5 puertas y mucho menos la de un Porsche Diesel, y muchos son los que hablan sin saber. Dejémonos de tonterías, el carácter de Porsche está en todos los rincones del Panamera. Tenemos deportividad, un motor genial, llevamos a ocupantes de la manera más cómoda y deportiva, y gastamos poco carburante, algo que suena bien para nuestros bolsillos. Por lo tanto, estamos seguros de que más de uno cambiaría de opinión si lo probara.